El juez procesa a Fuset por la muerte de Viveros y apunta otro delito de prevaricación
By admin at octubre 18, 2019 | 3:54 pm | Print
El instructor deja al edil al borde del banquillo de los acusados por el fallecimiento de un trabajador en el montaje de la grada
La investigación judicial sobre el fallecimiento de un operario en el accidente de Viveros ha terminado. El juez aprecia indicios de criminalidad en la actuación del concejal Pere Fusetpor no exigir las medidas de seguridad necesarias en el montaje de las gradas. No reclamó el edil un estudio de seguridad y montaje a los encargados de las infraestructuras. La estrategia de defensa de Fuset de derivar su responsabilidad hacia los técnicos ha resultado hasta este punto insuficiente. De hecho, el juez recuerda la carta de su puño y letra en la que imponía al adjudicatario la ocupación de la plaza.
La resolución judicial supone el procesamiento de Fuset y le deja al borde del banquillo de los acusados. Ahora, se da traslado a las acusaciones, la Fiscalía y los familiares del fallecido, para que elaboren su calificación y pidan la apertura de juicio. Hasta la fecha, el ministerio público se había inclinado por no ver responsabilidad criminal del edil de Fiestas.
Pero no es este el único problema para Fuset. El juez apunta que su «actuación pudiera constituir un supuesto de prevaricación administrativa del cual deducir testimonio para su averiguación», además de los ahora investigados de homicidio imprudente y un delito contra la seguridad de los trabajadores.
Este otro posible delito que el juzgado pone en el horizonte de Fuset se basa en el acta que la Inspección de Trabajo del Ayuntamiento tras el siniestro ocurrido en junio de 2017. En el documento se indica la existencia de «un acuerdo transaccional, trueque o compensación ilegítima, acordándose a cambio de la construcción de las gradas que se autorizara a la entidad Ttercios la explotación temporal del kiosco bar de titularidad municipal de Viveros». El juez emplaza a las «pruebas que puedan practicarse en el juicio oral» por si procede actuar por prevaricación contra Fuset «existiendo en este supuesto una total ausencia de procedimiento administrativo».
El auto carga especialmente las tintas sobre la responsabilidad de Fuset en la muerte del trabajador. «Existen indicios racionales de participación criminal de Pere Fuset en la causación del fallecimiento imprudente por no haber exigido a la empresa el estudio de seguridad y salud del montaje de la obra». Y personaliza la culpa en el edil, por el hecho de que fue él «quien envió una misiva personal, de su puño y letra». Y sobre todo por un párrafo especialmente demoledor: «Existen indicios racionales de que Fuset, personalmente, no a través de sus técnicos, exigió con una mínima antelación a la celebración, premura en el montaje que, conforme declaró la hija del fallecido, pudo contribuir a la causación del siniestro».
Según el auto, el edil actuó «sin cerciorarse ni exigir que se cumplían con las normas de prevención de riesgos laborales, siendo además que el respeto al procedimiento administrativo hubiera permitido constatar que la empresa carecía de estudios de seguridad».
