El Consell descarta recurrir el decreto que da a Cataluña el control del cava valenciano
By admin at octubre 10, 2019 | 12:21 pm | Print
La conselleria no seguirá los pasos del Gobierno extremeño, que va a llevar a los tribunales la decisión de Pedro Sánchez
Rabia o resignación. Estas son las dos alternativas que se ofrecen al sector del cava valenciano tras el anuncio que les ha hecho el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, de que la Generalitat no recurrirá el decreto del Gobierno de Pedro Sánchez que entrega el control de la extensión de nuevos cultivos de uva para cava al consejo de la Denominación de Origen (D. O. Cava), dominada por los productores catalanes. Para compensar, el representante del Consell propone la constitución de una mesa de trabajo con agricultores y bodegueros para analizar la situación del sector con vistas a dar soluciones a medio y largo plazo.
Sin embargo, distintos profesionales del sector lamentan que la decisión del Ejecutivo central significa dar por buena la voluntad catalana, que quiere impedir los incrementos en la extensión de viñedos que se demandan en Requena y en la localidad extremeña de Almendralejo, las dos única autorizadas para producir fuera de Cataluña.
Esta actitud del departamento que preside la consellera Mireia Mollà contrasta con la de sus homólogos del Gobierno extremeño, que han anunciado la imposición de un recurso por el daño que esta decisión supone para los intereses de sus agricultores. La consejera extremeña, Begoña García, confirmó la pasada semana en el parlamento autonómico que la nueva norma «no se ajusta a derecho» y no podían dejar a sus productores desprotegidos.
Sin embargo, Mulero ha llegado a asegurar junto al director general de Desarrollo Rural, David Torres, que la situación puede llegar a ser beneficiosa, ya que se tendrá que buscar un «equilibrio comercial» que garantice estabilidad en materia de precios de la uva. Según las cifras que manejan la conselleria de Agricultura y el propio sector, actualmente la producción de botellas de cava valenciano ronda los 10 millones, mientras que la superficie registrada, parte de ella todavía sin producción, supera las 3.500 hectáreas y «cuenta con un considerable margen para seguir atendiendo la demanda», según la conselleria.
Acuerdo preelectoral
Aunque en la reunión el sector ha entendido la situación como hechos consumados, lejos del optimismo se manifiestan distintos productores, que lamentan verse en medio de lo que consideran que son dos negociaciones regidas por intereses políticos. Por una parte entre el Ejecutivo central y el de Cataluña y, por otra, la voluntad de no generar tensiones por parte del Consell ante el Gobierno socialista en víspera de una elecciones generales. De hecho, la situación va a obligar a la aplicación de ajustes en las empresas que asumieron inversiones en sus instalaciones con la esperanza de ir arañando superficie de cultivo y elevando su producción, como ha ido ocurriendo en los últimos años, gracias a la actitud del Ministerio de Agricultura, menos restrictiva que la de la D. O. Cava.
Por otra parte, se recuerda el cambio de actitud ante las restricciones la cultivo que ha ido manifestando el Consell. De la misma manera que la indignación caracterizó la respuesta de Ximo Puig a la ampliación en 172 hectáreas que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy en 2017; la concesión de un crecimiento de 0,1 hectáreas por parte del entonces nuevo gobierno socialista en 2018 fue lamentado desde el gobierno valenciano, pero no hubo reacciones de fuerza.
Aunque hace décadas que la Comunitat y Extremadura producen cava, lo cierto es que fue desde el referéndum ilegal de 2017 y la posterior proclamación de independencia que las ventas de este espumoso producido en Requena se dispararon un 20% frente al alza del 3% del de procedencia catalana.
Sin embargo, no todo han sido alegrías y ya a principios de septiembre más de 200 tractores y miles de agricultores se manifestaron en Requena para protestar ante la caída del valor de la uva para cava en un 30% en comparación con la campaña pasada. Se trata de las variedades macabeo, garnacha tinta y chardonnay, que ocupan una extensión cercana a las 4.000 hectáreas, en torno al 15% de los viñedos del municipio. Esto ha significado unas pérdidas de 7,5 millones de euros de los 28 millones que sufre el sector valencianos del vino.
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